Sobre la ópera
Basada en la obra teatral homónima del escritor belga Maurice Maeterlinck, narra la historia de un triángulo amoroso entre dos hermanos (Pelléas y Golaud) que se sienten atraídos por la misma mujer (Mélisande). Son personajes que viven una realidad habitada por los sueños. Conscientes de que la amenaza de una tragedia se cierne sobre ellos, el peligro anida en su interior. El destino, la muerte, se materializa como otro personaje de manera enigmática e invisible, pero siempre presente. La obra trata los conflictos universales del hombre: amor, engaño, celos, violencia, locura y muerte.
Pelléas et Mélisande marcó un punto de inflexión en la historia de la ópera: abrió las puertas del género al siglo XX y determinó una profunda renovación del mismo tras la revolución wagneriana. Debussy, influido por el impresionismo y el simbolismo, trató de buscar en su obra una expresión propia y libre, concediendo una gran importancia al timbre de las voces y a los instrumentos musicales. Esta melancolía sonora es una obra capital en el devenir histórico de la ópera pese a su naturaleza abiertamente experimental desde el punto de vista dramatúrgico.
A cien años del fallecimiento de Claude Debussy, su recuerdo se materializa en la Temporada lírica de Oviedo con la programación de su única ópera completa. Su proyección futura y belleza ya fueron predichas con impotencia por el propio compositor: “¿qué se puede escribir después de Pelléas?” se preguntará años después, incapaz de concluir la ópera La caída de la Casa Usher.
Será la primera vez que esta obra maestra del género se represente en el Teatro Campoamor.