Sobre la ópera
Nabucco, un tirano demente se enfrenta a su supuesta hija Abigaille, una mujer llena de odio, complejos de inferioridad y ansía de poder. Paralelamente, un pueblo sometido y deportado llora su perdida libertad y su patria.
Son los judíos esclavizados por Nabucco, rey de Babilonia. Una historia de amor no correspondido, pasiones encendidas, traición, ambición de poder, resentimiento y conflicto político-religioso, extraído por Tesmitocle Solera del drama bíblico Nabuchonodosor de Auguste Anicet-Bourgeois y Francis Cornu.
Verdi supo envolver este contenido explosivo con una música llena de vibrante energía que utilizó metafóricamente para hablar de la situación política del norte de Italia, ocupado por los ejércitos austríacos. Los milaneses entendieron el mensaje que encerraba la ópera, de ahí el éxtasis del público de La Scala el día del estreno al escuchar el famoso coro “Va pensiero” que pronto se convirtió en himno del Risorgimento.