Sobre la ópera
Les pêcheurs de perles, estrenada en París en 1863, narra la historia de un triángulo amoroso entre la sacerdotisa Leila y los pescadores Nadir y Zurga.
La acción está ambientada en Ceilán, con lo que Bizet pretendió resaltar, más que el colorido y el exotismo oriental, la naturalidad de la peripecia vital en un mundo no europeo. La partitura, de gran riqueza melódica, está llena de fragmentos musicales de gran belleza. Bizet con su música apasionada y llena de vida se convirtió en el precursor del verismo en el tránsito hacia el siglo XX.