Sobre la ópera
Il barbiere di Siviglia está considerada hoy día como la ópera más popular de Rossini. Se estrenó en el Teatro Argentina de Roma, el 20 de febrero de 1816. En la compañía de cantantes había tres voces excelentes: Manuel García (Almaviva), Gertrude Righetti-Giorgi (Rosina) y Luigi Zamboni (Figaro). Sin embargo, la noche del estreno fue un fiasco, que según se ha dicho, aunque no es verdad, fue provocado por la intervención de los espectadores fieles a Paisiello y de los empresarios del Teatro Valle. Es muy posible que el público no hubiera comprendido de inmediato las novedades de la ópera; de hecho, en las funciones siguientes el éxito fue apoteósico.
El libreto de Sterbini está basado en la comedia de Beaumarchais Le barbier de Séville ou La précaution inutile, estrenada en París en 1775 y musicalizada ya por otros ocho compositores de diversas nacionalidades. El texto de Beaumarchais era excelente y el libreto de Sterbini, cosa rara en la época, conserva sustancialmente intacto el espíritu de la obra original. La dramaturgia de la ópera desarrolla personajes y situaciones con auténtico peso psicológico y teatral, aspecto clave en el posterior éxito de la ópera. Musicalmente combina rasgos de la ópera buffa con la tradición del bel canto. La partitura es un auténtico derroche de melodías inolvidables y se caracteriza por una variada paleta de colores orquestales, recursos aprendidos de Mozart y Haydn. La obra tiene aspectos totalmente novedosos como confiar el papel protagonista a un barítono (Fígaro) y por la inclusión de algunas intervenciones corales, algo desconocido hasta entonces.
La ópera de Rossini es una de las cumbres del arte cómico y de toda la ópera bufa. De hecho, esta ópera fue prácticamente el único pilar de la famade su autor durante mucho tiempo, ya que sus otras obras, tanto dramáticas como cómicas, desparecieron de los escenarios a partir de 1860, mientras que el Barbero seguía triunfando en todo el mundo. A finales de los años sesenta del pasado siglo, la edición crítica de Il barbiere di Siviglia realizada por Alberto Zedda recuperó la letra y el espíritu original de la partitura y supuso el verdadero renacimiento de la ópera de Rossini. Il barbiere es, sin lugar a dudas, una de las más ricas consecuencias del lado amable de la vida, y tan imprescindible para conocer el alma humana como lo es Tristan e Isolda en su profundo retrato del amor y la amistad.